Febrero 2008 – Hace un par de semanas se nos fue Pato Parra en trágicas circunstancias. Me entristeció e impactó mucho la noticia porque tuvimos cercanía por eso de la musicología, esa pasión que sentimos algunos por nuestros gustos musicales, o sea, disfrutar a intensamente con nuestros músicos favoritos, pero más que eso, aprender su historia, coleccionarlos, evolucionar con ellos y vibrar con cada acorde emitido por sus instrumentos, o sea, el pirincho cárcamo que algunos llevamos dentro.
En plena dictadura, por allá a mediados de los años 80 a algunos amigos de Curacaví, algunos universitarios y como pequeño burgueses que eramos (y somos), se nos metio en la cabeza que debíamos hacer algo para remover las conciencias de nuestros coterráneos, y para esto creamos el Taller Cultural Pablo Neruda. Algunos dirán, «solo eran un grupusculo de comunistoides que querían revolver el gallinero señores», lo cual tenía algo de cierto, nuestro idealismo nos hacía creer que debiamos compartir las inquietudes culturales y que eso traería consigo una mirada más crítica a lo que suicedía en el país, pero también nos animaba la movida cultural, y se hicieron algunas cosas, entre ellas la primera versión del Festival «El pueblo le canta a Violeta» el que se desarrollaba en la población Carol Urzua. Suena pedante pero realmente nos angustiaba ver como pasaba el tiempo y toda la juventud de Curacaví en tinieblas o sea «cero cultura». Entre este grupo recuerdo a varios de los hermanos Rebolledo (Ricardo, Delia, Ana, Carmen), Pancho Musso, Ricardo y Roberto Trincado, Leonardo y Rodrigo Donoso, Roberto y Leonardo Sandoval, etc.. Así, se crearon Talleres de Literatura que dirigía Osvaldo Gallegos, de Teatro que dirigía la Verito Araya, de Música con Jaime Salinas y a mi se me ocurrió hacer uno de «Apreciación Musical» mejor dicho «Musicología», simplemente se trataba de sentarnos en una sala a escuchar y hablar de música, la idea era poder transmitirle a los asistentes al taller todos los escalofríos, orgasmos y estremecimientos que puede sentir uno al escuchar por primera vez cosas como «Dark side of the Moon» de Pink Floyd sin previo aviso, «Escalera al Cielo» de Led Zepelin o «Lazy» de Deep Purple», o «And you And I» de Yes, para mi escuchar música en solitario es tan desabrido como ver un partido de una final de futbol en solitario en el TV de tu casa.
Comencé preparando el taller, lo que implicaba elegir los temas que ecucharíamos y de que hablar, del grupo que tocaba el tema, de la historia del tema, del contexto histórico, (por ejemplo no se puede hablar de Jimmy Hendrix o de la Jonis Joplin en Woodstock sin hablar de Vietnam). LA idea era partirs con los inicios, del Rock, por ahí por los Beatles hasta llegar a la vanguardia de esos años en la que hacíamos el taller (1985) o sea todos los músicos del sello ECM (Chick Korea, Jan Garbarek, Terje Rypdal, Keith Jarret, Jaco Pastorius, Mirouslav Vitous por nombrar algunos). Como les decía, estaba en eso, reuniendo algunas revistas especializadas de Rock cuando me acordé que hacía un tiempo atrás había conocido a un muchacho que le gustaba el grupo inglés Génesis y también Pink Floyd, que tenía muchos vinilos y casettes, era Pato Parra, entonces se me ocurrió preguntarle si quería ayudarme con este cuento, lo que aceptó gustoso, incluso a mi equipo modular agregó el suyo, y lo mejor de todo fue descubrir que Pato era un tremendo coleccionista, tenía una colección impresionante y conocía cada detalle de los grupos que le gustaban que realmente entusiasmaba a cualquiera, así Pato se transformó en un protagonista de esa historia la que en realidad fue una etapa muy bonita de nuestra Juventud. Deben haber sido unas 10 sesiones en las que estaban por supuesto nuestros amigos pero tambien muchos otros muchachos a los que ibamos a buscar a la plaza (las sesiones se hacían en los salones de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen), cuando partíamos no había nadie, entonces salíamos a la plaza a buscar jóvenes, imagínense la cara de extrañados que ponían cuando les decíamos, «oye, te invito a …… a escuchar música, pero es una música que te va a volver loco, lo mejor del mundo, te va a encantar, y además hablaremos de eso y de muchas cosas más». Costaba un poco convencer a los jovenes por que era dificil de explicar, pero nuestro entusiasmo era tan grande que al final en las sesiones habían entre 15 y 20 personas.
Uno de los muchachos que participaron del taller era un loco que le llamaban el Puli-Puli, algo así como el Cautivo, el chelwa y el Chico Vilches en uno solo, claro que este trabajaba de temporero, sacrificado trabajo cuyo rigor soportaba a puro cuete. Asistía puntual a todas las sesiones y se quedaba al fondo de la sala muy piolita sin molestar a nadie, cuando terminaban las sesiones era como si hubiese ido a la Luna ida y vuelta, bueno, lo fantastico fue que como a los 10 años después, Puli-Puli me detuvo una vez en la plaza, se me acercó y me dijo con su aguardientosa voz nasal, lo agradecido que estaba de nostros por lo que aquella vez compartimos con él, por haberlo invitado a esas sesiones de música de ese taller, esa música tan loca…….» estaba requetecontra agradecido por que había descubierto un tremendo mundo que no sabía que existía, era verdad, Puli Puli, quien al igual que Pato Parra ya no está en este mundo y por esas casualidades terribles de la vida, Puli-Puli se fue de la misma forma que Pato Parra, ambos decidieron dejar este mundo por voluntad propia, Puli-Puli acostumbraba a caminar con una monstruosa radio-casette al hombro escuchando rock y del bueno.
Dejo este tema como un sencillo homenaje a este par de musicólogos de Curacaví.
Good bye Crueld World – Pink Floyd (THe Wall)
Goodbye, cruel world I’m leaving you today
Goodbye, goodbye, goodbye
Goodbye, all you people
There’s nothing you can say
To make me change my mind
Goodbye
Traducción
Adios Mundo Cruel – Pink Floyd (El muro)
Adios mundo cruel te dejo hoy
adios, adios, adios
adios, a todo el mundo
no hay nada que puedan decir
para hacerme cambiar de opinión
Adios
atte.,
Woodstock